lunes, 26 de agosto de 2013

La increíble historia de Fabian Spiess


El Notts County es historia viva del fútbol. Cuando uno habla de él, lo hace también de ese juego con el que se entretenían los obreros después de sus interminables jornadas de trabajo a mediados del siglo XIX. No obstante, el equipo de Nottingham es el tercer club de fútbol más antiguo del mundo, fundado en 1862, y sólo superado por el Sheffield Football Club (1857) y el TSV 1860 München (1860). Hoy sobreviven en la dura League One, la tercera categoría del fútbol inglés. Pero es innegable que el Notts County fue un pilar fundamental para que ese deporte que tanto amamos se convirtiera en lo que hoy es. Mañana, el equipo que dio origen a los colores de la Juventus visitará Anfield para enfrentarse al Liverpool en la League Cup. El partido promete ser toda una fiesta del fútbol en la que el viejo juego y el nuevo macronegocio vuelvan a darse la mano. Y, por qué no, una oportunidad histórica para los magpies de volver a ser lo que fueron y dar la campanada en uno de los mejores y más místicos escenarios posibles.


En la plantilla del Notts County hay un futbolista con una curiosa historia: un portero alemán criado en España que tuvo que marcharse a Dubái para ser profesional en Inglaterra. Cuando el pequeño Fabian Spiess (Wesel, Alemania, 22/02/1994) llegó a Arroyo de la Miel no era consciente de la aventura que acababa de comenzar. Era un fanático del Schalke 04 y, aunque le gustaba jugar al fútbol con sus amigos, jamás se planteó llegar a ser futbolista profesional. Sus estudios siempre fueron lo primero. De repente un día y casi por casualidad, el entrenador del equipo infantil del Atlético Benamiel lo vio jugar. Quedó prendado de su planta y de su fuerza y lo reclutó para el equipo. Nadie pensaba que ese portero que no tenía ni la más mínima noción técnica podía llegar tan alto. Fabian siempre solía jugar arriba, de delantero. Sus condiciones hacían pensar que ese era su lugar natural: alto, con una fuerza y una potencia descomunales para su edad, agresivo, insistente… Estar bajo palos no era más que una eventualidad.

Pero con el paso del tiempo, Fabian se fue afianzando. A base de trabajo, esfuerzo y sacrificio fue madurando bajo palos y callando a sus detractores. Pasó de ser un gigante algo obtuso a convertirse en uno de los porteros más depurados técnicamente de Málaga y de Andalucía. Por increíble que parezca, tenía influencia en las dos áreas: ágil y con muy buenos reflejos en área propia, retenía muchos puntos con sus paradas; su poderoso saque de pies, que llegaba hasta el borde del área rival con sólo 13 años, ofrecía una infinidad de posibilidades en el juego directo. Quizá a esto último ayudara su sorprendente talla 46 de zapatos.

Por motivos familiares, Fabian tuvo que dejar la Costa del Sol para mudarse a los Emiratos Árabes. Dubái le esperaba. Pero al llegar allí se llevó una gran sorpresa: en un Dubái no existían las ligas regionales. Había ligas amateurs, sí, pero ni mucho menos al nivel de organización de las españolas. Allí los muchachos se formaban sus equipos y se enfrentaban los unos con los otros. Fabian, como era de esperar, sobresalía ampliamente por encima del resto. Y era una auténtica pena: parecía que un brillantísimo talento como el suyo se iba a desperdiciar oculto en las costas del golfo Pérsico.

Entonces, la fortuna hizo de las suyas. Mick Leonard, exportero y leyenda del Notts County llevaba un tiempo residiendo en Dubái. Leonard, amante del fútbol, no dejaba de ver a los muchachos dubaitíes jugar en aquellos pintorescos campos del Centre of Excellence, el lugar en el que trabajaba. Y uno le llamó poderosamente la atención. No era de extrañar que se enamorara del juego de ese chaval: con una agilidad pasmosa para su casi metro noventa de altura, un temple bajo palos admirable y una potencia descomunal tanto en el juego aéreo como en el saque, sabía que Fabian Spiess tendría un gran futuro. Corría el año 2008 y en ese momento Leonard no era más que un simple residente de Dubái. Pero una llamada procedente de Meadow Lane lo cambió todo. Leonard pasó a ser el director de la academia del Notts County y no dudó en llevarse a Fabian a Nottingham consigo.


Sus inicios en las categorías inferiores fueron bonitos pero duros. Tuvo que trabajar muchísimo en la academia para ponerse a la altura de sus compañeros en el aspecto físico; técnicamente iba sobrado. Pronto se ganó el cartel de la mayor promesa de la cantera del Notts County, un papel que desempeñó con orgullo y sin defraudar jamás a nadie. Llegó a debutar con el primer equipo a los 17 años. La academia se le quedó pequeña, pero en el County aún no tenía sitio. Tuvo que marcharse cedido en dos ocasiones, primero al Lewes y después al Corby Town. Dos enriquecedoras experiencias, trufadas de buenas actuaciones, que hicieron que Fabian pasara de ser aquel dulce niño que llegó a Benalmádena al hombre que es hoy en día. Un portero maduro sobre el que ya han puesto sus ojos los equipos más grandes de Inglaterra, como el Manchester United, Manchester City, Tottenham y Arsenal. Su respuesta a esos cantos de sirena no pudo ser más clara: el mes pasado renovó con los magpies hasta 2014, convirtiéndose de este modo en futbolista profesional. Mañana estará en Anfield. Puede que no salga de titular. Es más, puede que ni siquiera juegue. Pero sabrá que está un pasito más cerca de su sueño. Que dejar Wesler para acabar en Nottingham tras pasar por Arroyo de la Miel y Dubái habrá merecido la pena.


PabloG.

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