domingo, 9 de junio de 2013

¿Por qué es necesaria una liga de filiales?

 Ayer fue un día muy de promesas y de filiales. Se disputó la segunda jornada del Europeo sub-21 de Israel, el Castilla acabó dos puntos por encima del Barça B en Segunda y se consolidó como mejor filial de España, y además me topé con este genial artículo en la red. Todo ello me hizo plantearme la situación que viven las canteras de los equipos en España. Lo cierto es que, en tiempos de crisis, la explotación de éstas ha aumentado considerablemente. Eso demuestra que se está trabajando de maravilla en las categorías inferiores del fútbol español. Pero ¿se está trabajando en las mejores condiciones, al máximo posible? Mi respuesta es no. Y no porque los equipos no quieran o no sepan. Simplemente no pueden. No como están configuradas las competiciones en España actualmente. Urge crear una liga de filiales, un proyecto del que ya se ha hablado varias veces pero que finalmente ha quedado en nada. Y éstos, para mí, son los motivos principales:

1.- Mejora de la competitividad y la formación. El motivo esencial. Es difícil formar a jugadores talentosos y que den buen trato al balón en campos de Segunda B y Tercera. Es difícil, porque por lo general los equipos que disputan esas categorías son demasiado rudos, demasiado físicos. Es difícil, porque esos equipos necesitan ganar a toda costa y sin importar las consecuencias, porque cada fin de semana se juegan la vida. En definitiva, los equipos filiales se acaban contagiando. Eso provoca esquemas cerrados y con poca libertad que no permiten que fluya la creatividad. Demasiados pelotazos para jóvenes futbolistas que quieren ganarse la vida en Primera División.

2.- Estancamiento en los pozos de Segunda B y Tercera. No es fácil salir de estas categorías. Como ya hemos citado en el punto anterior, son ligas muy físicas, y necesitas imponerte a estos equipos tan rudos, o bien por medio de la fuerza, o bien por medio de la técnica. La primera forma es complicada teniendo en cuenta que la mayoría de futbolistas de los filiales tienen entre 18 y 23 años. La segunda, aún más, teniendo en cuenta la dureza de los equipos rivales y las pésimas condiciones que presentan la mayoría de campos. Además, después de terminar la liga, es necesario disputar interminables playoffs que resuelvan los ascensos.

3.- Los jugadores experimentados. Para hacer frente a las duras categorías inferiores del profesionalismo español, muchos clubes recurren a los fichajes de jugadores con amplia experiencia que aporten galones a unos grupos tan jóvenes. Esto permite ver a jugadores que rebasan la treintena de edad compartiendo vestuario con niños de 18. Y la idea, como tal, no es mala. El problema surge cuando esos futbolistas de treinta le quitan el puesto a los de dieciocho, estancando de este modo su progresión.

4.- Los jugadores prueban el éxito. Una vez que el filial logra salir del pozo de Segunda B, llega a Segunda. Ahora los problemas son de otro tipo: después de la primera o la segunda temporada, los futbolistas prueban las mieles del éxito y no quieren arriesgarse a esperar una llamada del primer equipo que puede que nunca llegue a producirse. Ya se han probado en una liga de exigencia y creen que están preparados, o bien para fichar por un equipo puntero de la categoría, o bien para hacerlo por alguno modesto de primera. Esto pasará la próxima temporada con la mayoría de futbolistas de Barça B y Castilla, y la experiencia ya nos dice que no siempre salen bien esta clase de aventuras, muchas veces por falta de cocción.

5.- El filial deja de ser un filial. Este punto es consecuencia directa del anterior. Cuando se produce la primera desbandada, los clubes no suelen apostar por una subida progresiva de juveniles. Se dedican a fichar promesas de otros equipos y acaban por formar un batiburrillo de jóvenes futbolistas con buenos representantes, no realmente un equipo. Además, se pierde de vista el objetivo fundamental del filial: prima mantener la categoría, no formar futbolistas. Como ya le ocurrió recientemente a Málaga, Sevilla y Villarreal, este conglomerado de futbolistas no termina de cuajar y acaba devolviendo al equipo al pozo de Segunda B.

6.- Liga adulterada. Castilla y Barça B, de momento, son casos aparte. Los filiales de los dos gigantes del fútbol español se encuentran cómodamente en Segunda, goleando incluso a sus rivales en varias ocasiones. No es de extrañar: el presupuesto que destinan estos equipos a su cantera supera ampliamente al del resto de equipos de la categoría (sólo superado esta temporada por los 30 millones del Villarreal). Real Madrid y Barça dominan con mano de hierro la liga, también en Segunda. Y la adulteran, además, ya que estos equipos no tienen permitido el ascenso y “roban” puntos vitales al resto de equipos para luego –normalmente– dejarse llevar cuando la salvación está lograda.

y 7.- Igualdad de oportunidades. Los mastodónticos presupuestos, apoyados en el sistema actual, provocan un curioso círculo vicioso que siempre acaba beneficiando a los más grandes: más dinero implica mejores jugadores; mejores jugadores implica mejores categorías; mejores categorías implica más dinero. Esto no ocurriría con una liga de filiales, lo cual daría lugar a que los jugadores no eligieran una cantera en función de la categoría que ésta pueda ofrecer, sino al trabajo que desarrolle con los futbolistas. Primaría la meritocracia y no los antiguos privilegios de los clubes adinerados que están destruyendo poco a poco la competencia y, con ella, la liga.

PabloG.

1 comentario:

  1. La idea de hacer una liga de filiales tiene mucho sentido, para el castilla al menos vendría muy bien porque se viene abajo, como probablemente se ira el Pipa del Madrid Morata tendrá muchas oportunidades en eñl primer equipo porque la plantilla se acortara.
    Como al parecer tampoco es segura la continuidad de Di Maria y de Carvalho partirán del castilla gente clave como por ejemplo Jesé, Cherysev y Casado(Se ira a la banda y pondrán a Nacho como alternativa.).
    Osea, muy probablemente el primer equipo engullirla buena parte del castilla pues se le ira gente importante por tanto varios puestos por falta de gnete o por precio de jugadores serán cubiertos en parte por gnete del filial.
    Pobre Toril y pobre castilla, la próxima temporada lo pasaran muy mal.

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