sábado, 17 de noviembre de 2012

Caballero sostiene al Málaga


Continúa sin encontrar la senda de la victoria el Málaga. Por cuarta jornada consecutiva, el equipo de Pellegrini no logró obtener los tres puntos. Esta vez sacó un empate del Reyno de Navarra, lo que supone una leve mejoría con respecto a las dos derrotas anteriores frente a Rayo y Real Sociedad. Pero lo que más preocupa es que el equipo no transmite lo mismo que a principios de temporada. Le falta creatividad, velocidad, determinación… Altas dosis de Isco, en definitiva.

“A lo mejor le estamos dando una categoría a Isco que no tiene capacidad de poseerla por juventud”, dijo Pellegrini en la rueda de prensa anterior al duelo de Pamplona. Volvió a acertar de pleno el Ingeniero. Mientras unos piden a gritos su convocatorias para la selección absoluta, el arroyero atraviesa su momento más bajo de la temporada. No está fino últimamente, no le salen las cosas. Y los férreos marcajes de estrella mundial que le realizan los equipos rivales, tampoco favorecen a su lucimiento. El jugador necesita descanso, reposo y tranquilidad para recuperar sensaciones.


Pero no sólo de Isco depende el Málaga; también del gol, que se resiste más que nunca. Saviola hoy, más que soluciones, ofreció problemas. Cayó una y otra vez en la trampa del fuera de juego, privando a su equipo de buenísimas oportunidades que hubieran sido aprovechadas si hubiese prestado más atención a los movimientos. Tampoco la entrada de Santa Cruz solucionó la papeleta. El paraguayo pasó casi desapercibido en el encuentro y no realizó ni un remate a puerta. Con Joaquín implicado en las tareas de elaboración y de ruptura de la defensa rojillo –trabajó que realizó muy bien–, el que más cerca estuvo de obtener el premio fue Portillo, pero su venenoso disparo fue respondido por una mano soberbia de Andrés Fernández a la base del poste.

Esta jugada estuvo precedida por la polémica del partido. Lamah volvió a meter el balón al área de Caballero después de que la zaga malaguista lo despejara a la salida de un córner. Estuvo listo Kike Sola y aprovechó el envío de su compañero para rematar al fondo de la red de cabeza, pero Estrada Fernández entendió que estaba en posición adelantada y anuló mal el gol. Ese fue el único error de Willy Caballero. Si el Málaga salió con algo de Pamplona, fue gracias al fantástico meta argentino.


El trabajo de Osasuna fue excepcional. Realizó un partido intensísimo, con una magnífica presión en el centro del campo que desactivó completamente al Málaga. Raoul Loe puso la fuerza, Sisi y Cejudo la creatividad. Iba llegando a rachas Osasuna, siempre con Kike Sola como estandarte del peligro. Tuvo el tanto en la cabeza en la reanudación. Volvió a sacar una mano asombrosa Caballero para quedarse con el balón. Pero la jugada crucial del partido llegó mediada la segunda mitad. Esta vez el meta argentino se tuvo que ver las caras con Cejudo. Frente a frente, en un duelo a pistola. Willy fue más rápido, o quizá más paciente. Sacó la pierna y evitó el triunfo osasunista. El resultado fue justo, pero el Málaga debe ofrecer más si quiere estar entre los primeros de la tabla. Ahora espera la fría Rusia. El viaje continúa.

PabloG.

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