sábado, 12 de mayo de 2012

Final de la DFB Pokal Borussia Dortmund - Bayern Múnich


Rey de Reyes

Se enfrentaban en el Olimpia Stadium de Berlín el Borussia Dortmund y el Bayern de Múnich en el mejor partido que se puede ver actualmente en Alemania, más aún si está encuadrado en el contexto de la final de la DFB Pokal, la copa alemana. El bicampeón de la Bundesliga y el flamante finalista de la Champions League se volvían a ver las caras unas semanas después de que los de la cuenca del Ruhr les endosaran una dolorosa derrota a los bávaros que les privó del campeonato liguero. Volvió a estar divido Berlín, esta vez con sus calles inundadas por los colores rojo y amarillo de los seguidores de ambos equipos.

El partido contó con un ritmo trepidante desde el pitido inicial, ya que a los tres minutos de juego y tras una gran jugada combinativa del Dortmund, Luiz Gustavo recuperó el balón pero cometió un gravísimo error al ceder el balón atrás, ya que Blaszczykowski aprovechó el fallo y se la puso en bandeja a Kagawa para que el japonés la mandara al fondo de las mallas. El Dortmund golpeaba primero.


Tras el tanto, el Bayern intentó despertar, y tuvo una magnífica ocasión en los pies de Mario Gómez tras un pase interior de Robben, pero Weidenfeller se mostró muy valiente y abortó la ocasión. Como consecuencia de la jugada, el portero aurinegro se llevó un fuerte golpe por el que tuvo que ser atendido durante cinco minutos en el terreno de juego.

Después del parón, pareció como si el partido comenzara de nuevo y se pudo ver el planteamiento de ambos entrenadores, fieles a su estilo: el Dortmund intentaba generar peligro con un fútbol de toque, aunque sin crear ocasiones claras; el Bayern buscaba el tanto del empate mediante un fútbol de empuje, típico alemán, y lograba aproximarse más a la meta del Borussia. Fruto de una de estas aproximaciones fue un pase interior de Kroos para Gómez, al que Weidenfeller arrolló en la salida, por lo que el colegiado señaló la pena máxima y esta vez Robben no falló, como ocurriera en el encuentro liguero, y puso las tablas en el marcador.

Con el empate, el Bayern acosó a su rival y tuvo a tiro el segundo tanto con una internada de Ribèry por la izquierda a la contra que finalizó con un disparo de Lahm, sacado por Hummels bajo palos. Un minuto más tarde, llegó un duro varapalo para el Dortmund, ya que Weidenfeller, que arrastraba molestias de la jugada con Gómez, tuvo que ser sustituido por el casi inédito Langerak.

Pero no por eso se desmoralizó el campeón de liga, que vio como tras una buena jugada colectiva, Schmelzer era derribado en el área por Boateng y el árbitro pitaba una nueva pena máxima. Hummels colocó el balón en el punto y desde los once metros batió a Neuer, que acertó a tocar el esférico pero no fue suficiente para evitar el tanto.

Comenzaban a gustarse los aurinegros, que se aprovechaban del desajuste defensivo bávaro y buena muestra de ello fue la jugada que desencadenó el tercer tanto del Borussia, en el que tras un envío largo de Hummels, Lewandowski la peleó arriba y Boateng se comió el balón, por lo que Kagawa aprovechó el error y se la cedió al delantero polaco que fusiló a Neuer para, prácticamente, sentenciar el duelo a sólo tres minutos para el final de la primera mitad.

En la segunda mitad, Müller entró por Luiz Gustavo para intentar arreglar la situación, desfavorable para su equipo. Empezó bien el Bayern, con mucho empuje, lo que puso en aprietos al Dortmund. Pero los de Jürgen Klopp supieron aprovechar los espacios que dejaba el centro del campo bávaro para salir con velocidad a la contra comandados por Blaszczykowski, aunque fallaban en el último pase, algo que no hizo Grosskreutz cuando, tras una genial contra de Kagawa, le puso el gol en bandeja a Lewandowski para que la clavara y lograra el cuarto. El Dortmund abusaba de un Bayern demasiado impotente.


El Gigante de Baviera, apelando a su orgullo, volvió a asediar a la defensa aurinegra a la contra aprovechándose de la velocidad de sus extremos. Primero fue Robben quien puso un centro medido a Mario Gómez que el hispano-alemán transformó en un testarazo que se estrelló en el travesaño. Luego fue el turno de Ribèry, que recibió en la frontal y tras fintar a Schmelzer con un regate de crack, batió a Langerak con la izquierda. No perdonó el ídolo francés.

Pero este partido había sido entero de un Dortmund que quería más y más, y en medio de un ambiente festivo, Gündogan filtró un pase al que Neuer llegó con aparente facilidad, pero entonces se le escapó el balón al cancerbero bávaro y Blaszczykowski aprovechó la ocasión para centrar el esférico y que Lewandowski lograra un hat trick y el quinto de su equipo.


Al final, el Dortmund se llevó su tercer entorchado copero y el primer doblete de su historia en una final en la que dio una absoluta lección de fútbol al Bayern de Múnich y demostró por qué está considerado como el mejor equipo de Alemania actualmente. La figura del partido fue Robert Lewandowski con sus tres tantos, respaldado por las genialidades de Gündogan, Blaszczykowski o Kagawa, del que pudo ser su último partido con la camiseta aurinegra.

ALINEACIONES

Borussia Dortmund: Weidenfeller (34’ Langerak); Piszczek, Hummels, Subotic, Schmelzer; Kehl, Gündogan, Grosskreutz, Blaszczykowski (83’ Perisic), Kagawa (80’ Bender); Lewandowski.

Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba (69’ Contento); Luiz Gustavo (45’ Müller), Schweinsteiger, Kroos, Robben, Ribèry; Gómez.


PabloG.

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