Partido
de vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League. El convulso
Chelsea, tras la destitución de André Villas-Boas, recibía al siempre peligroso
Nápoles, que aterrizaba en Stamford Bridge con una renta favorable de dos goles
después del 3-1 de la ida.
Primera mitad de poder
a poder
La
primera mitad comenzó con el Nápoles replegado en su campo e intentando
aprovechar el más mínimo error de su rival para salir a la contra aprovechando
la temible velocidad de sus hombres de ataque, la “Santísima Trinidad” formada
por Hamsik, Lavezzi y Cavani. Por su parte, el conjunto blue salió con todo al
ataque, en busca del resultado que le permitiese seguir vivo en Champions, el
último recurso para salvar una temporada más que discreta. Los primeros minutos
fueron un continuo toma y daca de ambos conjuntos en el que Sturridge tuvo la
primera gran ocasión para su equipo, pero su disparo se encontró con De Sanctis.
Poco después, el Nápoles respondió con un buen disparo de Hamsik, pero Cech
abortó la ocasión. A partir de ese momento el Nápoles se hizo con el dominio
del cuero y Cavani tuvo en sus botas el primer tanto de su equipo, pero su
remate a centro raso de Maggio se marchó fuera por poco a pesar de tener batido
a Cech. Tras varias ocasiones de los napolitanos con Hamsik como máximo
referente, el Chelsea logró levantarse y hacerse con el esférico, y de esta
mejoría surgió el primer tanto blue, cuando el centro por la izquierda de
Ramires encontró la potencia del remate en plancha de Didier Drogba,
adelantando a su equipo y acercando un poquito más el pase a la siguiente
ronda. Tras el gol, los londinenses contaron con dos buenas ocasiones, primero
un centro de Sturridge al que Campagnaro se adelantó por poco a Drogba, y
posteriormente un disparo de David Luiz que Inler sacó bajo palos. Tras esto,
el Chelsea se marchaba al descanso con ventaja en el marcador y la sensación de
que la remontada era posible.
Segunda parte llena de
emoción
El
segundo acto comenzó de la mejor manera posible para el conjunto blue, ya que
al poco de reanudarse el encuentro, Lampard botó un córner al primer palo que
el capitán John Terry mandó al fondo de las mallas con un testarazo inapelable.
El Chelsea lograba el resultado que necesitaba tan sólo cinco minutos después
de la reanudación. Pero el Nápoles también quería estar presente en el bombo
del viernes, así que tras un centro de Dossena no demasiado bien despejado por
Terry, Inler logró controlar el cuero y enviar un zapatazo desde la frontal que
se coló en la meta de Cech, abriendo de nuevo el encuentro. Necesitaba otro
tanto la escuadra blue para, al menos, forzar la prórroga, por lo que se volcó
sobre el marco napolitano. Drogba tuvo el tanto en sus botas, pero su fenomenal
disparo a la media vuelta lo detuvo De Sanctis con una buena estirada. Minutos
más tarde quien tuvo el partido fue el Nápoles, cuando Zúñiga, tras realizar
una gran pared de tacón con Cavani, logró sentar a Terry en el área y sacar un
buen disparo, pero Cech estuvo muy atento. El Nápoles tenía la sartén por el
mango pero quería otro gol que le asegurara tranquilidad en los minutos
finales, aunque esa idea se esfumó de manera casi inmediata cuando el remate de
cabeza de Ivanovic interceptó en el brazo de Dossena, señalando el colegiado la
pena máxima, que a la postre Lampard convertiría en el tercer tanto de su equipo.
En los minutos finales el partido se volvió loco y ambos equipos tuvieron la
oportunidad de llevarse la eliminatoria, pero ninguno de los dos lo consiguió,
ni si quiera el Nápoles con el disparo de larga distancia de Gargano que pilló
adelantado a Cech y se marchó fuera por poco. Con este resultado al final de
los noventa minutos reglamentarios, el partido se marchó a la prórroga.
Ganó el más experto
El
tiempo extra comenzó tan abierto como finalizó la segunda mitad del encuentro.
El primero en golpear fue el Nápoles con una tremenda volea de Marek Hamsik que
se marchó por escasos metros de la escuadra izquierda de Petr Cech. Pero el que
sin duda lo tuvo más cerca en este primer acto fue el Chelsea, cuando tras un
grave error en la salida de De Sanctis, Torres se quedó solo a puerta vacía,
pero incomprensiblemente su disparo se marchó fuera. Sigue gafado de cara a
puerta el madrileño que acumula más de veinticuatro horas en el campo sin anotar
un tanto con la elástica blue. Pero tras el aviso del “Niño”, Drogba puso un
balón raso atrás tras recibir de espaldas que Ivanovic no desaprovechó y fusiló
a De Sanctis, poniendo el cuarto en el marcador al filo del descanso. El
Chelsea estaba clasificado.
En
la segunda mitad, el Nápoles se volcó hacia la meta de Cech, pero el cansancio
pasó factura al equipo italiano, que falto de ideas, se despidió de la máxima
competición continental, dejando un buen sabor de boca tras eliminar en la fase
de grupos al Manchester City o de vencer al propio Chelsea en Nápoles con una
exhibición de Lavezzi y Cavani. Por su parte el Chelsea de Di Matteo logró el
pase gracias a los galones de su núcleo duro, sus tan criticados veteranos que
dieron la cara por el equipo en el momento clave. Sin duda, los Lampard,
Drogba, Terry y compañía son leyendas vivas de los blues.
ALINEACIONES
Chelsea:
Cech; Ivanovic, Terry (98’ Bosingwa), David Luiz, Cole; Essien, Lampard,
Ramires, Mata (95’ Malouda), Sturridge (63’ Torres); Drogba.
Nápoles:
De Sanctis; Campagnaro, Cannavaro, Aronica (110’ Vargas); Maggio (36’ Dossena),
Zúñiga, Inler, Gargano; Hamsik (105’ Pandev), Lavezzi, Cavani.
PabloG.
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